Hoy en día hay muchos juegos de cartas. Pero sólo unos pocos son realmente populares. Uno de los más interesantes es el Blackjack. Es un juego de cartas que se encuentra en casi todos los casinos online. Su popularidad se debe a sus reglas sencillas y a su acción trepidante. Todo lo que tienes que hacer para ganar es alcanzar los 21 puntos, o lo más cerca posible. De ahí que el juego se conozca también como «veintiuno».
El blackjack existe desde hace muchos años. Y desde el principio, las normas han sufrido serios cambios. Ahora, sin embargo, hay muchas versiones, siendo la principal diferencia no sólo el tamaño de las apuestas, sino también las reglas específicas. Las versiones más diferentes del juego se encuentran en los casinos en línea, donde la dirección propone sus propias reglas y variaciones que pueden interesar a los visitantes.
Pero todas las versiones del blackjack tienen algo en común: el juego se realiza en una mesa, con rectángulos pintados en ella. Se utilizan para hacer apuestas. Según las reglas, el juego comienza con el hecho de que a todos se les reparten dos cartas al descubierto. Después de eso puedes tomar más o dejar todo como está. La idea es ganarle a la banca y no a los otros jugadores.
La versión clásica del juego cuenta con seis mazos estándar, que dan un total de 312 cartas. A partir de ellos, los jugadores deben reunir 21 puntos o casi (pero no más). Contar de más significa automáticamente perder. Una de las principales características del Blackjack es que el palo de las cartas no importa. Una combinación se compone de cualquier carta; sólo cuenta el valor de las cartas. Las cartas dan 10 puntos, un As puede ser 1 u 11 puntos a elegir. Las cartas numéricas corresponden a su valor nominal.
Cada participante recibe dos cartas al principio del juego. Si son un As y cualquier imagen o «Diez» entonces la combinación se llama «Blackjack». Esta es la combinación más alta y no puede ser superada por nada más. Si tiene éxito, el jugador gana la apuesta en una proporción de 3 a 2.
El crupier sólo puede tomar cartas después de haberlas repartido a los demás jugadores. Si tiene 16 o menos puntos en su mano, está obligado a robar más cartas. Al final de la partida se comparan todas las combinaciones de los jugadores y se decide cuál de ellas puede vencer a la banca. Si el crupier se pasa, tiene que pagar las apuestas a todos los demás jugadores.
A veces, durante una partida, puede ocurrir que un participante reciba las dos primeras cartas por igual. En ese caso puede dividir las cartas en dos manos y jugarlas por separado, como si fueran dos jugadores. Este proceso se denomina división y le permite aumentar sus posibilidades de ganar. Sin embargo, algunos casinos tienen restricciones sobre cómo se pueden jugar las cartas divididas.
Dicho esto, no se puede conseguir una mano más alta durante el split. Un as y una carta con valor de 10 contarán simplemente como 21 puntos. Pero la división puede aportar emoción e intriga a una partida, haciéndola mucho más interesante.
A veces un jugador puede doblar las dos primeras cartas. Sin embargo, las reglas para esta situación son diferentes para cada casino en línea. Por lo tanto, estas características deben estudiarse por separado. Así pues, en algunos palos sólo se puede doblar si hay cartas de un determinado valor.
En algunas situaciones previas a la pérdida, un jugador puede intentar salvar su apuesta. En este caso, debe anunciar que se rinde, pero esto sólo puede hacerse antes de que se empiecen a repartir las cartas. La mayoría de las veces, el concesionario se ofrece a hacerlo él mismo. Lo hace para los jugadores que no tienen más de 10 puntos en sus tarjetas. Pero si la primera carta del crupier es un as, no puedes negarte a jugar.